por Día 1: Vitoria – Larrasoaña (~170 km y ~2.900 m+)
Salimos de la llanada alavesa primero por pistas y después por la vía verde dirección Opakua. A pesar de conocer la zona e intuir por donde pasaría, el recorrido nos sorprendió muchísimo. En algunos de los tramos tuvimos que empujar la bici o pasar por zonas de vegetación muy frondosa.
De Opakua pasamos a Urbasa compartiendo ruta con el resto de ciclistas a un ritmo alegre, lo disfrutábamos y pronto se nos olvidó los duros meses de preparación en los cuales además teníamos que encajar la vida profesional y personal de cada una de nosotras. Paramos a comer en la fonda de Lizárraga donde cogimos un exquisito bocadillo de croquetas, que nos dio la energía para continuar. La zona de Urbasa nos pareció una de las zonas más bonitas de la ruta, seguíamos teniendo la bonita sensación de estar al lado de casa.
En algunos tramos compartimos pedaladas con Silvia Pineda, otra rider aventurera, y de las pocas chicas que participaban en esta prueba. Como todo se va improvisando sobre la marcha, antes de llegar a Pamplona decidimos que Larrasoaña podría ser un buen lugar donde parar y descansar bien antes de introducirnos en Irati. Y así hicimos, llegamos a Larrasoaña sobre las 20:30, unas 12 horas de pedaleo constante. Un batido de recovery, una buena cerveza fresca y un buen bocadillo rodeadas de otros ciclistas que paraban a cenar, pero que muchos de ellos decidían continuar en ruta, incluso de noche. Una ducha y dormir en cama era la mejor decisión para un buen primer día.
